Si eres autónomo o gestionas una pequeña o mediana empresa, seguramente te has preguntado más de una vez qué gastos puedes considerar como financieros y cómo afectan a tu contabilidad y fiscalidad. Entender esta categoría es fundamental para optimizar tu gestión económica y aprovechar las deducciones fiscales que te corresponden.

En este artículo te explicamos de forma clara y práctica qué son los gastos financieros, qué tipos existen, cómo se registran contablemente y qué beneficios fiscales pueden reportarte. ¡Vamos a ello!

¿Qué son los gastos financieros?

Los gastos financieros son todos aquellos costes que una empresa o autónomo asume como consecuencia de la utilización de recursos financieros ajenos. Dicho de forma más sencilla: son los gastos derivados de pedir dinero prestado o utilizar servicios financieros para financiar tu actividad económica.

Estos gastos se generan principalmente por:

• La obtención de préstamos y créditos
• El uso de líneas de financiación
• La emisión de obligaciones o bonos
• El descuento de efectos comerciales
• Operaciones con tarjetas de crédito empresariales
• Servicios bancarios relacionados con la actividad

Es importante destacar que los gastos financieros no incluyen las devoluciones del capital prestado (el principal del préstamo), sino únicamente los intereses y comisiones asociados a la operación financiera.

Tipos de gastos financieros más comunes

1. Intereses de préstamos y créditos

Son los gastos financieros por excelencia. Cuando solicitas un préstamo bancario para comprar maquinaria, reformar tu local o financiar el circulante de tu negocio, pagas intereses por ese dinero prestado. Estos intereses son deducibles fiscalmente.

Ejemplo práctico: Si has pedido un préstamo de 50.000 € al 5% anual para renovar tu negocio, pagarás 2.500 € anuales en intereses, que son gastos financieros deducibles.

2. Comisiones bancarias

Las entidades financieras cobran comisiones por diversos conceptos relacionados con la gestión de tus cuentas y operaciones:

• Comisión de apertura de préstamos o créditos
• Comisión de estudio de operaciones financieras
• Comisión por mantenimiento de cuenta empresarial
• Comisión por transferencias bancarias
• Comisión por descubierto en cuenta
• Comisión por emisión de avales o garantías

Todas estas comisiones, siempre que estén vinculadas a tu actividad profesional, se consideran gastos financieros.

3. Intereses de demora

Cuando pagas fuera de plazo a proveedores, Hacienda o la Seguridad Social, pueden aplicarte intereses de demora. Aunque no es lo ideal, estos intereses también son gastos financieros deducibles.

4. Gastos por descuento de efectos

Si adelantas el cobro de facturas mediante el descuento de pagarés o letras de cambio, el banco te cobra una comisión por esta operación. Este coste es un gasto financiero.

5. Gastos por leasing y renting

Aunque el leasing y el renting tienen particularidades contables, la parte correspondiente a los intereses financieros de estas operaciones se considera gasto financiero. La parte de amortización del bien se trata de forma diferente.

6. Diferencias de cambio negativas

Si tu empresa realiza operaciones en moneda extranjera y sufres pérdidas por la fluctuación del tipo de cambio, estas diferencias negativas también se registran como gastos financieros.

7. Gastos por servicios bancarios

Otros servicios que ofrece tu banco y que están relacionados con la gestión financiera de tu negocio también entran en esta categoría:

• Custodia de valores
• Gestión de cobros y pagos
• Seguros vinculados a préstamos
• Tarjetas de crédito empresariales

¿Cómo se registran contablemente los gastos financieros?

Desde el punto de vista contable, los gastos financieros se registran en el Grupo 66 del Plan General Contable, específicamente en las siguientes cuentas:

• 662. Intereses de deudas: Para intereses de préstamos, créditos y otras deudas.
• 665. Intereses por descuento de efectos: Para operaciones de descuento comercial.
• 666. Pérdidas en participaciones y valores representativos de deuda: Para pérdidas en inversiones financieras.
• 667. Pérdidas de créditos no comerciales: Para pérdidas por insolvencias de créditos financieros.
• 668. Diferencias negativas de cambio: Para pérdidas por tipo de cambio.
• 669. Otros gastos financieros: Para comisiones bancarias y otros gastos no incluidos en las cuentas anteriores.

Estos gastos se imputan en la cuenta de pérdidas y ganancias y reducen el resultado contable del ejercicio.

Deducibilidad fiscal de los gastos financieros

Una de las grandes ventajas de los gastos financieros es que, en general, son deducibles fiscalmente. Esto significa que reducen la base imponible del Impuesto sobre Sociedades (para empresas) o del IRPF (para autónomos).

Requisitos para la deducibilidad

Para que un gasto financiero sea deducible, debe cumplir estos requisitos:

1. Estar vinculado a la actividad económica: El préstamo o servicio financiero debe estar relacionado con tu negocio, no con gastos personales.
2. Estar debidamente justificado: Debes conservar los contratos, extractos bancarios y facturas que acrediten el gasto.
3. Estar contabilizado: El gasto debe estar registrado en tu contabilidad.
4. Cumplir el principio de devengo: Se imputa al ejercicio en que se genera, no necesariamente cuando se paga.

Limitaciones a la deducción

Existen algunas limitaciones importantes:

• Subcapitalización: Si tu empresa tiene un endeudamiento excesivo con partes vinculadas, puede haber límites a la deducción de intereses.
• Límite del 30% del EBITDA: Para empresas, los gastos financieros netos son deducibles hasta el 30% del beneficio operativo (con un mínimo de 1 millón de euros).
• Gastos no vinculados a la actividad: Si pides un préstamo personal y lo usas para fines no empresariales, los intereses no son deducibles.

Diferencia entre gastos financieros y gastos de explotación

Es importante no confundir los gastos financieros con los gastos de explotación. Mientras que los gastos de explotación están directamente relacionados con la actividad ordinaria del negocio (compras, sueldos, alquileres, suministros), los gastos financieros derivan de decisiones de financiación.

Ejemplo:

• Gasto de explotación: El alquiler de tu oficina.
• Gasto financiero: Los intereses del préstamo que pediste para amueblar esa oficina.

Consejos para optimizar tus gastos financieros

1. Compara condiciones bancarias: No te quedes con la primera oferta. Compara tipos de interés y comisiones entre diferentes entidades.
2. Negocia las comisiones: Muchas comisiones bancarias son negociables, especialmente si tienes un buen historial.
3. Planifica tu financiación: Evalúa si realmente necesitas financiación externa o si puedes optimizar tu tesorería.
4. Registra todos los gastos: No pierdas ninguna factura o extracto bancario. Cada gasto financiero correctamente justificado es una deducción fiscal.
5. Consulta con tu asesoría: Un buen asesor fiscal puede ayudarte a estructurar tu financiación de la forma más eficiente fiscalmente.

Conclusión

Los gastos financieros son una parte inevitable de la gestión empresarial cuando necesitas financiación externa para crecer o mantener tu actividad. Conocer qué gastos entran en esta categoría, cómo registrarlos correctamente y qué beneficios fiscales puedes obtener es fundamental para optimizar la salud financiera de tu negocio.

Recuerda que una buena gestión de estos gastos no solo te ayudará a cumplir con tus obligaciones fiscales, sino que también te permitirá tomar mejores decisiones financieras y aprovechar al máximo las deducciones que te corresponden.

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