Recibir una indemnización por despido puede generar muchas dudas, especialmente en lo que respecta a sus implicaciones fiscales. Una de las preguntas más frecuentes que recibimos en nuestra asesoría es: «¿Tengo que pagar impuestos por mi indemnización por despido?». La respuesta no es tan sencilla como un sí o un no, ya que depende de varios factores que analizaremos en detalle.
¿Qué es una indemnización por despido?
La indemnización por despido es la compensación económica que recibe un trabajador cuando su contrato laboral se extingue por causas no imputables a él. Esta compensación está regulada por el Estatuto de los Trabajadores y varía según el tipo de despido y las circunstancias específicas de cada caso.
Existen diferentes tipos de indemnizaciones según la causa del despido:
- Despido disciplinario declarado improcedente
- Despido objetivo
- Despido colectivo
- Extinción por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción
Marco legal: ¿Cómo tributan las indemnizaciones?
Según la normativa fiscal española, las indemnizaciones por despido están sujetas al Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), pero con importantes exenciones que pueden beneficiar significativamente al trabajador.
El artículo 7 de la Ley del IRPF establece que están exentas de tributación las indemnizaciones por despido o cese del trabajador, siempre que cumplan determinados requisitos y no superen ciertos límites.
Exenciones fiscales: Los límites clave
Límite general de exención
La parte de la indemnización que está exenta de tributar es la menor de las siguientes cantidades:
- 180.000 euros
- La indemnización obligatoria según la legislación laboral
Este límite de 180.000 euros es uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta, ya que cualquier cantidad que supere esta cifra sí tributará como rendimiento del trabajo.
Indemnización mínima legal
Para calcular correctamente la exención, es fundamental conocer cuál es la indemnización mínima que establece la ley según cada tipo de despido:
Despido improcedente
33 días de salario por año trabajado, con un máximo de 24 mensualidades.
Despido colectivo
Generalmente 20 días por año trabajado, aunque puede variar según el convenio colectivo.
Despido objetivo
20 días de salario por año trabajado, con un máximo de 12 mensualidades.
Casos prácticos para entender mejor la tributación
Caso 1: Indemnización dentro de los límites
María trabaja en una empresa durante 8 años con un salario de 2.500 euros mensuales. Es despedida de forma improcedente y recibe una indemnización de 66.000 euros (33 días × 8 años × 2.500€/30 días).
En este caso, toda la indemnización está exenta de tributación porque:
- No supera los 180.000 euros
- Coincide exactamente con la indemnización mínima legal
Caso 2: Indemnización superior al mínimo legal
Carlos recibe una indemnización de 100.000 euros por despido improcedente, pero la indemnización mínima legal en su caso sería de 80.000 euros.
Tributación:
- Exento: 80.000 euros (indemnización mínima legal)
- Tributa: 20.000 euros como rendimiento del trabajo
Caso 3: Indemnización que supera los 180.000 euros
Ana recibe una indemnización de 250.000 euros, siendo la indemnización mínima legal de 200.000 euros.
Tributación:
- Exento: 180.000 euros (límite máximo)
- Tributa: 70.000 euros como rendimiento del trabajo
Tributación de la parte no exenta
Cuando una parte de la indemnización debe tributar, se considera rendimiento del trabajo y se integra en la base imponible general del IRPF. Sin embargo, existe una ventaja fiscal importante: se puede aplicar el sistema de reducción por irregularidad.
Reducción por irregularidad
Si la indemnización se considera un rendimiento irregular (generado en un período superior a dos años), se puede aplicar una reducción del 30% sobre la parte que tribute, siempre que no supere los 300.000 euros anuales.
Aspectos especiales a considerar
Pactos de no competencia
Las cantidades recibidas por pactos de no competencia post-contractual tributan íntegramente como rendimientos del trabajo, sin posibilidad de aplicar las exenciones de las indemnizaciones por despido.
Finiquitos y otras percepciones
Es importante distinguir entre la indemnización por despido y otras cantidades que pueden formar parte del finiquito:
- Salarios pendientes
- Vacaciones no disfrutadas
- Pagas extraordinarias proporcionales
- Días de preaviso
Estas cantidades tributan como rendimientos del trabajo sin exención alguna.
Despidos en el extranjero
Para trabajadores españoles despedidos en el extranjero, la tributación dependerá del convenio de doble imposición existente entre España y el país correspondiente.
Obligaciones fiscales y plazos
Si recibes una indemnización por despido, debes incluirla en tu declaración de la renta del ejercicio en que la percibas, aunque una parte esté exenta. Es fundamental:
- Conservar toda la documentación relacionada con el despido y la indemnización
- Calcular correctamente la parte exenta y la que tributa
- Presentar la declaración en el plazo establecido (abril-junio del año siguiente)
Recomendaciones profesionales
Dada la complejidad de la tributación de las indemnizaciones por despido, es altamente recomendable:
- Consultar con un asesor fiscal antes de tomar decisiones importantes
- Revisar el convenio colectivo aplicable, ya que puede establecer indemnizaciones superiores
- Planificar fiscalmente si la indemnización es elevada
- Considerar inversiones que puedan reducir la carga fiscal
Conclusión
La tributación de las indemnizaciones por despido en España ofrece importantes ventajas fiscales para los trabajadores, especialmente a través de las exenciones establecidas en la normativa. Sin embargo, cada caso es único y requiere un análisis detallado para optimizar la situación fiscal.
En ALLGES, nuestros expertos fiscales te ayudan a navegar por estas complejidades, asegurando que aproveches al máximo las ventajas fiscales disponibles y cumplas correctamente con tus obligaciones tributarias. No dudes en consultarnos para recibir asesoramiento personalizado sobre tu situación específica.