En nuestra entrada de blog explicamos todo sobre cómo funciona el leasing y el renting para empresas, sigue leyendo para más información.
Es habitual que las empresas necesiten bienes materiales para poder realizar su actividad profesional de forma correcta. Pero la realidad es que estos bienes suelen tener precios elevados o simplemente las empresas no quieren adquirirlos de forma permanente debido a una situación temporal.
Entonces, ¿Qué soluciones podemos encontrar si ocurre alguno de estos casos?
Pues bien, existen dos modalidades de arrendamiento que permiten a las empresas utilizar bienes sin necesidad de adquirirlos de forma inmediata o permanente. Estas modalidades son el leasing y el renting.
Tanto el leasing y el renting, ofrecen grandes ventajas operativas y financieras, pero entre ambas existen diferencias clave, como por ejemplo la propiedad del bien o los servicios incluidos.
Sigue leyendo para conocer cuáles son las ventajas y desventajas de ambos supuestos.

¿Qué es el leasing?
El leasing es un arrendamiento financiero, es decir, es un contrato mediante el cual una empresa utiliza un bien durante un periodo de tiempo determinado, pagando unas cuotas periódicas.
Aquí interviene el factor más diferenciador entre ambos situaciones. En el leasing, cuando finaliza el contrato, la empresa tiene la opción de adquirir el bien, que previamente ha estado utilizando, pagando un valor que previamente fue acordado entre las partes.
Características principales del leasing:
- Opción a compra: la empresa al finalizar el contrato puede adquirir el bien.
- Duración: de 2 a 10 años, dependiendo del tipo de bien.
- Bienes financiables: ¿Cómo es el tipo de bien? Puede ser un vehículo, maquinaria, equipos tecnológicos, inmuebles…
- Responsabilidades: la empresa que arrienda es la que asume los costos de mantenimiento, seguros e impuestos asociados al bien arrendado.
- Tratamiento fiscal: las cuotas que paga la empresa si son deducibles fiscalmente y, además el bien debe estar registrado como activo fijo en el balance de la empresa. De esta manera, la empresa podrá amortizarlo contablemente a lo largo de la vida útil del bien. Esto se debe a que se considera que la empresa asume los riesgos y beneficios inherentes a la propiedad del bien.
¿Qué es el renting?
El renting es un contrato de arrendamiento operativo mediante el cual, una empresa hace uso de un bien durante un periodo determinado, pagando una cuota fija mensual, que incluye una serie de servicios adicionales y accesorios al bien. En este caso, y a diferencia del leasing, no existe opción a compra una vez finaliza el contrato.
Características principales del renting:
- Sin opción a compra: al finalizar el contrato, el bien debe ser devuelto al arrendador.
- Duración: habitualmente, el periodo temporal del contrato suele ser de entre 1 a 5 años.
- Bienes arrendables: principalmente son vehículos, pero también maquinaria y equipos tecnológicos.
- Servicios incluidos: mantenimiento, reparaciones, seguros, impuestos, asistencia en carreteras…
- Tratamiento fiscal: las cuotas son deducibles como gasto operativo. El bien no se registra como un activo fijo en el balance de la empresa. Como no se activa como inmovilizado ni se amortiza, debido a que el arrendatario no asume riesgos ni beneficios del bien, se trata como un gasto corriente tipo al de un alquiler de oficinas.
Comparativa entre el leasing y el renting.
CARACTERÍSTICA | LEASING | RENTING |
Opción a compra | Sí | No |
Duración del contrato | 2 a 10 años | 1 a 5 años |
Servicios incluidos | No | Sí (mantenimiento, seguro…) |
Registro contable | Activo en balance | Gasto operativo |
Flexibilidad | Menor | Mayor |
Responsabilidad del bien | Empresa arrendataria | Empresa arrendadora |
Tipo de bienes | Bienes de larga duración | Bienes con rápida obsolescencia |
¿Cuál conviene más a tu empresa?
Esta pregunta puede surgirte y la respuesta es que depende. La elección entre leasing y renting dependerá de las necesidades específicas de tu empresa.
El leasing será adecuado si la empresa quiere adquirir el bien a la fecha de finalización del contrato. Además, deberá estar dispuesta a asumir los costos asociados al mantenimiento y gestión del mismo.
En cambio, el renting es conveniente cuando la empresa busca flexibilidad, servicios incluidos y especialmente, si no tiene intención de adquirir el bien.
Ambas son herramientas financieras muy útiles para todo tipo de empresas, ya que les permite hacer uso de bienes sin verse en la obligación de realizar una gran inversión inicial. Al final la elección de una u otra dependerá de lo que busque cada empresa en concreto.
Si tienes alguna duda sobre este tipo de herramientas o sobre cuál es mejor para tu caso concreto, ¡escríbenos!